sábado, 1 de agosto de 2015

Dos cuerpos





Bajo un mismo manto de luces parpadeantes se encuentran dos cuerpos semi fusionados. El seca sus húmedas lágrimas en aquellas noches oscuras donde le faltaba el pincel con el que contarle a la luna cuanto le encanta su dulzura. Ella baila alrededor de las sabanas pálidas en esa noche a oscuras y hace que sus ojos roten a los suyos como tierra gira alrededor de su sol. A escasos metros el deseo crece inminente. Solo con el canto del mar con la arena, ella puede ofrecerle su desnudez y ambos colisionan con timidez. Cuando el sol embauca cada centímetro de tierra, el besa con sus yemas las cuerdas de la guitarra y entona una perfección en forma de melodía que a ella la enamora. Con la caída de las noches él se percata que solo ella puede contonear esas curvas en cuerpo de niña que esconde un corazón de mujer y ella, se da cuenta que solo el consigue que se imaginen la luna juntos. El viento de poniente se agota y estos dos cuerpos se alejan. Un final para todo, un quizás como esperanza. Y es que estos dos cuerpos se volverán a encontrar solo cuando la luna este en su punto más alto.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario