jueves, 24 de septiembre de 2015

Bésame lento



Quiéreme despacio, tú pon la paciencia y yo la buena letra. No intentes comprender porque pierdo el tiempo buscando la luna en la noche, simplemente aprecia el reflejo de la luz decreciente que se posa sobre mis ojos mientras la admiro. Me erizas la piel descontrolada y se me agrietan los labios cuando me faltas.

Quédate mirándome mientras duermo de lado, bésame lento y sedúceme rápido. Siento unas ganas irrefutables de estallar, por el incontrolable latido que hace eco en mi pecho y la rareza de que no haya palabras que puedan expresarlo. No puedo dormir y te escribo cuando te echo de menos en mi lecho.

Tú acostumbrado a conseguir que abrieran sus piernas ante ti, te sorprendiste cuando conseguí que te abrieras a mí. Impacta mucho más llegar hasta la mente, que ser solo un recuerdo caliente. Una vez más, esos ojos claramente oscuros se paralizan en mi recuerdo.

Que más darán las palabras, si lo que más dicen son los hechos. Cuando dicen te odio y demuestran quererle o decir te quiero y apenas importarle o decir vete y necesitarle. Hay que saber apostar y hay que saber ganar.

El era escombros y yo ceniza. Porque yo era un volcán apunto de erupción sin él y con él era el caos después del huracán. Más tarde la tímida luz oscura acompaña a que mi cabello caiga sobre mi hombro desnudo y sus labios, ah, qué decir de sus labios que no haya dicho ya en estos versos. El calor de sus manos se infunden en la piel de mi espalda y mis labios se graban en su cuello.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Mi necesidad


Los problemas se me olvidan cuando tus ojos me acompañan,
Y es que prefiero la lluvia contigo, que el sol sin ti.
Aunque seas mi postre favorito, siempre me quedo con ganas de más,
Porque cuando me abrazas, realmente parece que no me soltarás jamás.
Solo tú haces que diga entre dientes “cinco minutos más por favor,”
Y me sacas esa cara tonta de enamorada.
Porque quiero que compartamos almohada,
Caminar por los parques,
Y que me arropes en casa cuando hace frío.
Sin querer me doy cuenta de que,


Te necesito.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Esa chica


Soy esa chica que te hará esperar,
A la que no podrás controlar,
La que te hará rabiar,
La que te enseñará a amar.


La que te hará suspirar,
A la que deberías odiar,
La que te hará calmar,
A la que no podrás olvidar.


La que te hará soñar,
La que no querrás parar de besar,
La que te mostrará cómo has de bailar,
La que no teme llorar.


La que siempre te podrá ayudar,
A la que no dejarás de abrazar,
La que te hará trasnochar,
La chica de la que te puedes llegar a enamorar.


Soy esa chica que no te llegará a herir,
La que sabe cómo hacerte reír,
La que no dejará de sentir,
La que está harta de sufrir.


La que te ayudará a no desistir,
La que no podrás sustituir,
La que te enseñará cómo debe ser vivir,
A la que siempre podrás lucir.


A la que no podrás prohibir,
La que siempre te sabe seducir,
A la que sea cuando sea; podrás acudir,
Soy esa chica a la que nadie puede describir.



domingo, 6 de septiembre de 2015

Heridas Inocentes


Vagaba una joven por los jardines perdidos de su ciudad,
En ella rebosaba belleza, gratitud y bondad.
Caminaba descalza disfrutando del frío de la hierba,
Y se topó con un sutil brillo rojo que provenía de la tierra.
Su luz intensa se paralizó en aquellos ojos ámbar.
Se agachó la muchacha para recoger aquella rosa sonrojada,
Pero al precipitarse con sus manos pálidas de marfil, 
Una espina atravesó el dedo de la niña.
Y aquella rosa, se hizo serpiente,
Y aquella herida se hizo veneno.
Ahí terminó el último aliento de la joven,
Que murió enamorada de una flor,
Y la serpiente permaneció condenada a una vida de dolor.
Porque lo que acabo con la chica, 
Fue un inocente beso de amor.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Hagámonos falta



Finjamos que somos desconocidos y hagamos que nuestros ojos se enamoren por primera vez al cruzarse bajo la tenue luz de las farolas. Hagamos que el saxo que suena en las calles sea nuestra única canción. Actuemos como si no deseáramos necesitarnos. Mintamos sobre la fuerza de nuestros lazos. Escuchemos el pulso acelerado de ambos con nuestras caricias. Sintamos todo lo que esquivamos. Hablemos sobre el pasado en un lugar determinado. Compartamos sueños juntos cada noche al despertarnos. Descubrámonos el uno al otro tendiéndonos la mano. Soñemos juntos a pesar de dormir separados. Riamos hasta dejarnos sin aliento. Elijámonos el uno al otro cada vez que amanezcamos. Ayudémonos a hacer que el otro no caiga. Escuchemos la lluvia cobijados bajos las sábanas en esas noches frías de invierno. Mirémonos como si no volviéramos a vernos. Descubramos lugares escondidos y hagámoslos nuestros. Abramos las ventanas para oler la primavera. Cantemos nuestra canción favorita para alertar a los ángeles que seguimos vivos. Escribamos todo aquello que dolió y quemémoslo para que permanezca en el viento. Seamos uno siendo libres. Digamos mentiras sabiendo la verdad. Juguemos a ser niños por un día. Aparentemos no hacernos falta. Contemos secretos jamás pronunciados. Decidamos ser nuestros, ser juntos. Aprendámonos nuestros lunares. Estudiemos nuestros cuerpos desnudos. Imaginemos un futuro juntos. Dejarnos sin aliento al abrazarnos. Besémonos hasta saciarnos. Odiémonos amándonos al mismo tiempo. Gritemos al mar cuanto nos echamos de menos. Pidamos a la luna que vuelva a juntarnos. Disfrutemos de perder la cabeza el uno por el otro. Vivamos un sueño infinito.


Encuentros



Una adicción benigna, que hace que quiera compartir mi cacho de sábana fría, o que necesite que me abrigue en el hueco vacío del colchón. Hay momentos que importan, que aportan. Y es que es esa suma de casualidades que hacen que sonría sin ningún motivo aparente. Esa espera que aparenta ser larga, merecerá la pena. Contaba las horas mordiéndome el labio mientras le escuchaba al otro lado del teléfono y deseaba tenerle cerca y las veces que simplemente quise disfrutar de un silencio abrazándonos. Llegará el día en el que él quede con mis huellas de carmín y hará que de tinta me manche las manos.