martes, 17 de noviembre de 2015

Labios Sangrantes


Con las medias rotas y las carreras sin metas.
Labios sangrantes de morder por aquellos amantes. 
Somos instantes pero no constantes.
Cupido te manda una flecha, contesta cuanto antes.
Que yo no me topo con la frontera, si no con la montaña entera.
Todo es más fácil cuando la tinta expresa los problemas.

Tiene esos andares que te vuelven loco y con ella, todo siempre es poco.
Cuando te tropiezas con la vida, las palabras amortiguan la caída.
Nicotina suicida que todo lo arruina.
Lentamente nos hundimos en el mar de nosotros mismos.
Me atrae lo distinto y que hacerlo bonito no sea un mito.
Puede que el humo nos oprima, pero más lo hace la vida.

Siente como penetra la tinta en la piel, al ser lo único fiel.
Coge aire al dar el salto y no te preocupes si te encanto.
El consuelo de la hoja seca, revela nuestra vida no resuelta.
Verla esperando con rareza y nunca saber a quien espera.
Cada día es más difícil sujetar la cadena para pasar otra noche en vela.
Al final habrá que hacer como la paloma negra y no salir de la cueva.


lunes, 26 de octubre de 2015

Una Balada


Por cierto,
se me olvidó decirte
lo mucho que me encantas
con esa mirada tuya
y cuanto me faltas.

Recuerdas,
cuando soñamos juntos
ya nada importaba
y entonces
mis labios se encontraron
con lo que buscaban.

Despierta,
debí darme cuenta
de lo peligroso que sería 
encariñarme de tus brazos
pero ya es tarde.

Basta,
ahora tan solo quiero
mil noches a tu lado
y que me des tu mano
para que huyamos juntos.

Detente,
hablemos de lo nuestro
que no te quepa duda
me tienes enganchada
y no le puedo hacer nada.

Te quiero,
no sé cómo decirte,
las ganas que le pongo
al papel al escribirte.

Una balada,
de amor o de tristeza
el ritmo y la tinta 
dirán lo que mi boca
no pudo pronunciar.

Corazas



De esas personas por las que merece la pena marcar vuestros nombres en un banco.
De esas personas que te agarran la mano y no importa a donde vallas.
De esas personas que con una mirada saben todo lo que callas. 
De esas personas que te quitan el miedo a dar el salto.


Tenemos cientos de hojas abiertas.
Tenemos contacto con la piel pero no el alma. 
Tenemos como objetivo encontrar a alguien que nos proporcione calma.
Tenemos que decidir entre miles de puertas.


Piensas que la vida pasa, pero andamos con prisa.
Piensas en ese beso infinito cada noche.
Piensas en la forma de salir de ese bache.
Piensas en cómo te devuelve la sonrisa.


Tiendes a alejar todo lo bueno que te pasa.
Tiendes a ladear tu sonrisa a la izquierda cuando le miras.
Tiendes a sentarte en la noche fría mirando las estrellas, mientras olvidas.
Tiendes a suspirar por el al llegar a casa.


Parece que te hundes en un pozo sin fondo.
Parece que una simple casualidad puede cambiarlo todo.
Parece que todos han de amar del mismo modo.
Parece que resulta difícil llegar a lo hondo.



Sientes como si aún estuvieras cayendo desde la colina.
Sientes magia cuando la noche os abraza.
Sientes que consiguió por fin liberar tu coraza.
Sientes adicción a su medicina. 

lunes, 5 de octubre de 2015

Contigo


Porque serás dueño de ese pedacito de mí que me quitaste, mientras yo estaba medio dormida y tú me acariciabas el pelo.


Porque yo quiero sin mirar atrás ni hacia a delante.

Porque te quiero aquí y ahora.

Porque eres esa experiencia que quiero vivir sin cinturón de seguridad, con las manos arriba y con esa extraña sensación en la tripa al caer por la cuesta.

Porque quiero vengarme de los amaneceres que compartes con tu

almohada y yo no puedo.


Porque ojalá tuviera piedad la paloma blanca que se asoma en tu ventana cada mañana, para admirarte mientras duermes y no la culpo por enamorarse.

Porque llegaste sin ser pedido aunque puede que mi subconsciente me fallara y te colases al pedir un deseo a las estrellas de verano.

Porque te quiero entero pero no cuerdo, te quiero precioso pero imperfecto.

Porque las palabras fluyen solas cuando me poso en la almohada y mis párpados se cierran pidiendo que vuelvas.

Porque me resulta más valioso compartir tus lagrimas que tus sonrisas.

Porque el miedo puede apoderarse de nosotros, pero mientras sigas haciéndome suspirar al llegar a casa no me iré nunca.


Porque me olvido de respirar cuando acomodo mi cabeza sobre tu hombro y me quedo dormida.

Porque tú serás el poema que nunca escribí y que se ahogó en mi garganta pidiendo auxilio.

Porque contigo soy, sin estar.

Algo viejo, algo nuevo


Soy de esas a las que le gustan los pétalos de flores marchitas, los sobres viejos de cartas leídas, los peinados destrozados de besarte a escondidas, las ojeras de noches de huidas, los vestidos blancos desgastados de bailar en la arena, zapatos usados de subir la cuesta, de libros por leer con polvo en la estantería.

Corazón polvoriento


Y así tan fugaz como una estrella te hiciste paso a hurtadillas hacia mi alma.
Tan pequeño y tan importante
Llegaste despacio para venir y limpiar de polvo mi corazón
Poco a poco, fui curándote tu herida
Es fácil ver las cicatrices físicas, pero hay veces que hay heridas que no se ven
Tú y yo tirados sobre una madera, y hasta sol nos pidió que no nos fuéramos.

Delirio de vértebras


No me importará perderme la mañana, si la noche la disfruté contigo.
Y eclipsaré la luna llena para que tengas que buscarme a oscuras.
Tus manos me enredaron en un juego de delirio, 
Y creía que ya lo había visto todo hasta que desperté a tu lado.


Me topé con la séptima maravilla cuando me desperté y te encontré a mi lado.
Culpo a la gravedad, por hacer que mis manos acaben siempre donde las tuyas.
Que alguien me pellizque por favor, porque debo estar soñando.
Tienes esa maldita manía de conseguir enamorarme.



No hay otras pestañas que quiera que me acaricien el cuello al besarme.
Esa cálida mirada que hace que tiemble,
Esa caricia que busco en la noche al acostarme.
Y como inconscientemente mi mano se mueve hacia la izquierda en la cama intentando buscarte.

Cuando tus pupilas se paralizan en las mías me dejas sin opción,
Y mis pestañas avergonzadas se esconden para no sucumbir ante ti.
Devuélveme mis vértebras,
Y llévate algunos de los 206 huesos que me pesan más de lo normal cuando no estás.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Bésame lento



Quiéreme despacio, tú pon la paciencia y yo la buena letra. No intentes comprender porque pierdo el tiempo buscando la luna en la noche, simplemente aprecia el reflejo de la luz decreciente que se posa sobre mis ojos mientras la admiro. Me erizas la piel descontrolada y se me agrietan los labios cuando me faltas.

Quédate mirándome mientras duermo de lado, bésame lento y sedúceme rápido. Siento unas ganas irrefutables de estallar, por el incontrolable latido que hace eco en mi pecho y la rareza de que no haya palabras que puedan expresarlo. No puedo dormir y te escribo cuando te echo de menos en mi lecho.

Tú acostumbrado a conseguir que abrieran sus piernas ante ti, te sorprendiste cuando conseguí que te abrieras a mí. Impacta mucho más llegar hasta la mente, que ser solo un recuerdo caliente. Una vez más, esos ojos claramente oscuros se paralizan en mi recuerdo.

Que más darán las palabras, si lo que más dicen son los hechos. Cuando dicen te odio y demuestran quererle o decir te quiero y apenas importarle o decir vete y necesitarle. Hay que saber apostar y hay que saber ganar.

El era escombros y yo ceniza. Porque yo era un volcán apunto de erupción sin él y con él era el caos después del huracán. Más tarde la tímida luz oscura acompaña a que mi cabello caiga sobre mi hombro desnudo y sus labios, ah, qué decir de sus labios que no haya dicho ya en estos versos. El calor de sus manos se infunden en la piel de mi espalda y mis labios se graban en su cuello.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Mi necesidad


Los problemas se me olvidan cuando tus ojos me acompañan,
Y es que prefiero la lluvia contigo, que el sol sin ti.
Aunque seas mi postre favorito, siempre me quedo con ganas de más,
Porque cuando me abrazas, realmente parece que no me soltarás jamás.
Solo tú haces que diga entre dientes “cinco minutos más por favor,”
Y me sacas esa cara tonta de enamorada.
Porque quiero que compartamos almohada,
Caminar por los parques,
Y que me arropes en casa cuando hace frío.
Sin querer me doy cuenta de que,


Te necesito.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Esa chica


Soy esa chica que te hará esperar,
A la que no podrás controlar,
La que te hará rabiar,
La que te enseñará a amar.


La que te hará suspirar,
A la que deberías odiar,
La que te hará calmar,
A la que no podrás olvidar.


La que te hará soñar,
La que no querrás parar de besar,
La que te mostrará cómo has de bailar,
La que no teme llorar.


La que siempre te podrá ayudar,
A la que no dejarás de abrazar,
La que te hará trasnochar,
La chica de la que te puedes llegar a enamorar.


Soy esa chica que no te llegará a herir,
La que sabe cómo hacerte reír,
La que no dejará de sentir,
La que está harta de sufrir.


La que te ayudará a no desistir,
La que no podrás sustituir,
La que te enseñará cómo debe ser vivir,
A la que siempre podrás lucir.


A la que no podrás prohibir,
La que siempre te sabe seducir,
A la que sea cuando sea; podrás acudir,
Soy esa chica a la que nadie puede describir.



domingo, 6 de septiembre de 2015

Heridas Inocentes


Vagaba una joven por los jardines perdidos de su ciudad,
En ella rebosaba belleza, gratitud y bondad.
Caminaba descalza disfrutando del frío de la hierba,
Y se topó con un sutil brillo rojo que provenía de la tierra.
Su luz intensa se paralizó en aquellos ojos ámbar.
Se agachó la muchacha para recoger aquella rosa sonrojada,
Pero al precipitarse con sus manos pálidas de marfil, 
Una espina atravesó el dedo de la niña.
Y aquella rosa, se hizo serpiente,
Y aquella herida se hizo veneno.
Ahí terminó el último aliento de la joven,
Que murió enamorada de una flor,
Y la serpiente permaneció condenada a una vida de dolor.
Porque lo que acabo con la chica, 
Fue un inocente beso de amor.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Hagámonos falta



Finjamos que somos desconocidos y hagamos que nuestros ojos se enamoren por primera vez al cruzarse bajo la tenue luz de las farolas. Hagamos que el saxo que suena en las calles sea nuestra única canción. Actuemos como si no deseáramos necesitarnos. Mintamos sobre la fuerza de nuestros lazos. Escuchemos el pulso acelerado de ambos con nuestras caricias. Sintamos todo lo que esquivamos. Hablemos sobre el pasado en un lugar determinado. Compartamos sueños juntos cada noche al despertarnos. Descubrámonos el uno al otro tendiéndonos la mano. Soñemos juntos a pesar de dormir separados. Riamos hasta dejarnos sin aliento. Elijámonos el uno al otro cada vez que amanezcamos. Ayudémonos a hacer que el otro no caiga. Escuchemos la lluvia cobijados bajos las sábanas en esas noches frías de invierno. Mirémonos como si no volviéramos a vernos. Descubramos lugares escondidos y hagámoslos nuestros. Abramos las ventanas para oler la primavera. Cantemos nuestra canción favorita para alertar a los ángeles que seguimos vivos. Escribamos todo aquello que dolió y quemémoslo para que permanezca en el viento. Seamos uno siendo libres. Digamos mentiras sabiendo la verdad. Juguemos a ser niños por un día. Aparentemos no hacernos falta. Contemos secretos jamás pronunciados. Decidamos ser nuestros, ser juntos. Aprendámonos nuestros lunares. Estudiemos nuestros cuerpos desnudos. Imaginemos un futuro juntos. Dejarnos sin aliento al abrazarnos. Besémonos hasta saciarnos. Odiémonos amándonos al mismo tiempo. Gritemos al mar cuanto nos echamos de menos. Pidamos a la luna que vuelva a juntarnos. Disfrutemos de perder la cabeza el uno por el otro. Vivamos un sueño infinito.


Encuentros



Una adicción benigna, que hace que quiera compartir mi cacho de sábana fría, o que necesite que me abrigue en el hueco vacío del colchón. Hay momentos que importan, que aportan. Y es que es esa suma de casualidades que hacen que sonría sin ningún motivo aparente. Esa espera que aparenta ser larga, merecerá la pena. Contaba las horas mordiéndome el labio mientras le escuchaba al otro lado del teléfono y deseaba tenerle cerca y las veces que simplemente quise disfrutar de un silencio abrazándonos. Llegará el día en el que él quede con mis huellas de carmín y hará que de tinta me manche las manos.  

domingo, 30 de agosto de 2015

Poder tenernos juntos


Poder juguetear con tu pelo mientras las cálidas sábanas son nuestro único escenario.
Poder cerrar los ojos mientras tú me sujetas y tan solo notar que estoy flotando.
Poder bailar juntos una melodía en plena calle aún teniendo cien ojos mirando.
Poder volver a aquella fuente donde el agua y la luz acompañaron a que tus labios rozaran a los míos. 
Poder enseñarte que vale la pena.
Poder trazar un dibujo con el dedo en tus arrugas.
Poder hacerte apreciar cada verso que te dedico.
Poder entregarte la pequeña astilla que se perdió en mi corazón después de ser herido.
Poder crear de un sueño una realidad.
Poder echarte de menos aún estando a mi lado.
Poder hacerte perder la cabeza tal y como debe ser enamorarse.
Poder ser capaz de ayudarte a desprenderte de aquel traje que te oprime el pecho.
Poder amar la luna llena y dejar que nos embauque con su luz. 
Poder hacer de la locura algo corriente.
Poder ser capaz de colarme en tus sueños.
Poder hacer que recuerdes aquel susurro mientras duermes.
Poder despertarme en mitad de la noche y seguir oliendo a ti.
Poder hacer que me entregues tu mano sin miedo a nada.
Poder ver esa sonrisa que me quita el sueño cada día.
Poder encontrarnos y perdernos.
Poder hacer que tus cicatrices dejen de doler.
Poder crear historias juntos.

sábado, 1 de agosto de 2015

Dos cuerpos





Bajo un mismo manto de luces parpadeantes se encuentran dos cuerpos semi fusionados. El seca sus húmedas lágrimas en aquellas noches oscuras donde le faltaba el pincel con el que contarle a la luna cuanto le encanta su dulzura. Ella baila alrededor de las sabanas pálidas en esa noche a oscuras y hace que sus ojos roten a los suyos como tierra gira alrededor de su sol. A escasos metros el deseo crece inminente. Solo con el canto del mar con la arena, ella puede ofrecerle su desnudez y ambos colisionan con timidez. Cuando el sol embauca cada centímetro de tierra, el besa con sus yemas las cuerdas de la guitarra y entona una perfección en forma de melodía que a ella la enamora. Con la caída de las noches él se percata que solo ella puede contonear esas curvas en cuerpo de niña que esconde un corazón de mujer y ella, se da cuenta que solo el consigue que se imaginen la luna juntos. El viento de poniente se agota y estos dos cuerpos se alejan. Un final para todo, un quizás como esperanza. Y es que estos dos cuerpos se volverán a encontrar solo cuando la luna este en su punto más alto.  

viernes, 3 de julio de 2015

Una vez en un sueño



Déjame proponerte algo. Solo un día. Tú y yo. Dame tu mano y haré que nos perdamos juntos. Iremos a uno de esos lugares desconocidos que son tan mágicos, de esos que cuando llegas sientes que ya estuviste ahí, y es que “una vez en un sueño…” Eso es, esos lugares con los que soñamos pero que al final tristemente nunca encontramos. Permíteme que te enseñe el peso del viento, el hermoso lienzo del cielo, la firmeza de nuestro cielo; déjame que te enseñe a apreciar cada lugar. Y es que no importa el lugar, la magia florecer cuando estamos unidos. 

El cielo en sus ojos



Nunca antes unas manos me rozaron con tanto sentimiento como las suyas.
Las noches hacen que quiera tenerle a mi lado para compartir sueños juntos.
Pronto empuño el boli para describir en poesía cuanto anhelo sus besos.
A su lado conocí el cielo, porque se esconde en sus ojos.
Mi mirada es pura y te dice que te entrego todo cuanto tengo.
Y lo demás, te lo dejo en estos versos.
Que con una sola mirada, ya obtenga unos buenos días.
Ofrecerle mi mano para caminar juntos y esperando que nunca termine.
Puede que Cupido este bebido y haya acertado esta vez.
El sol en sus ojos, una maravilla que me mantiene despierta. 

lunes, 22 de junio de 2015

Piel erizada



El tango de tu voz en la oscuridad de mi habitación, deja mi piel erizada y mi cuerpo en paz. La silueta de tu cuerpo acostado sobre mi cama fusionado por la escasa luz de este escenario delimita cuan sentimiento fue creado. En la noche no hay suficientes horas para apreciar el aroma que quedó impregnado en mi almohada. Compartí mi cama en una noche inesperada, puede que lo hubiera soñado, idealizado o imaginado; más todo cuanto pude pensar, fue mejorado. Tus caricias ahora matan mi cordura y tu dulzura no hace más que invadir mi cabeza para decirme “no pares de pensar en el.” Y puede que sea miedo, temor a que vuelva a ocurrir. Volver a perder el control de mis manos, de mi cuerpo y de la razón. Volver a ser vulnerable dado que el sentimiento ahora cocinándose dentro parecer ser uno de los grandes. De esos que hacen que se cuele en mis sueños, de los que hacen del dolor de tripa antes de verle algo normal, de los que cortan la respiración y de los que marcan. Miedo de estar escribiendo, miedo de estar sintiendo, miedo de que este retrocediendo, miedo de no controlar esta sonrisa que estoy padeciendo. Cierro los ojos y fantaseo con un futuro donde quedarnos abrigados por las sabanas en la madrugada leyéndote los mejores versos jamás escritos. Tu, mirándome y admirando mi pasión por la poesía y yo, admirando mi reflejo en tus ojos seguido de tu sonrisa, amándote. Intento explicar que no me encontrarás cabizbaja mirando hacia el suelo preguntándome ¿Por qué?, deambularé mirando hacia las estrellas porque ya encontré la respuesta. El cielo es demasiado precioso para negarle un buenos días y las estrellas se merecen nuestras metas. 

sábado, 30 de mayo de 2015

Querido desconocido


Querido desconocido,
Hola, te escribía para decirte lo que siento. A lo largo de este año me han ocurrido varias cosas, entre otras, tu. Creo que has sido la más bonita casualidad que se cruzó en mi camino. Pero, también pienso que has sido el mayor dolor para mi pobre amigo, mi corazón. A pesar de haber sido una gran lección, serás esa cicatriz en el pecho que ya no podré ocultar más, dado que afecta mí día a día, pero la sigo llevando con orgullo. En este año me hiciste muy feliz, incluso más de lo que erróneamente pensé que merecía, pero dado que mi persona, muy a mi pesar, atrae lo complicado, tuviste que desaparecer. Amarte era un veneno que yacía en mis venas y paraba mi corazón a su libre albedrío para sumarse a este sentimiento que me ahogaba. Esperaba despierta tu respuesta hasta caer rendida ante mi almohada y despertar para la decepción de que esa respuesta nunca llegó. Hubo un tiempo en el que me creí fuerte, hasta que ese veneno me despertaba angustiada a las noches o me hacía romper a llorar en cualquier situación. Me vi vencida por mi miedo a ser dueña de tu corazón sin serlo al mismo tiempo. Y es que, ¿Cómo amas a un fantasma que ni ves, ni oyes? Llegó un punto en el que estaba enamorada de un recuerdo, de un sentimiento, de un verano. Tomé una decisión pensando que el dolor se desvanecería junto con tu recuerdo, pero no lo hizo. Al final, vivía con la fantasía de volver a verte y disfrutaba, aunque más tarde me angustiaba, cuando te colabas en mis sueños y repentinamente irrumpías en mis pensamientos. Te escribía pensando que el papel y el boli me consolarían de este mal que no podía controlar. Y es que escribía los mejores versos cuando tú, rondabas mis pensamientos. Aunque al final se quedaron en palabras vacías que nunca leerás y versos que nunca apreciarás. No te escribo con un objetivo concreto, yo a diferencia de ti, siempre fui directa y está claro que de los dos, era yo la de las palabras. Entonces, llegó el día de tu regreso y en cierto modo sentía una felicidad aterrorizada. Todos mis miedos fueron corroborados y empecé a dudar si seguías siendo la persona de la que me enamore en aquel cálido verano. Llegó un punto en el que estaba cansada. Cansada de tus indiferencias, cansada de tus evasivas, cansada de tus respuestas dubitativas, cansada de que aparezcas de golpe y de frente para romperme los esquemas. Sin embargo, necesitaba oír de tus propias palabras lo que sentías, que por una vez fueras claro y te dejaras de tonterías. Necesitaba que finalmente me rompieras el corazón de lleno para así dejar de quererte. Lo cierto es que me encantaría poder odiarte, y puede que así, fuera más fácil olvidarte. Pero lo cierto es que no puedo. Es una bonita historia, con una peor continuación y un buen final, donde tú sufres por otra lo que yo he sufrido por ti. Una vez más, esta carta morirá tras la marca de mi último trazo de tinta, pero ya no me importa. Al menos se que esta cicatriz no volverá a abrirse. Dentro de un tiempo no sé si este año, en nuestra vejez o en otra vida, cuando volvamos a vernos ya no verás a esa dulce chica con el corazón en mano listo para ser otorgado, verás a una chica con una bonita cicatriz en el pecho que tú formaste y que creció, venció a la vida y que tú y solo tú, dejaste escapar.

Adiós, querido desconocido.


Cuando sientes


En ese instante cuando sientes que la vulnerabilidad te ha alcanzado, cuando tu corazón ya permanece desnudo ante el mundo y está fuera de tu control, cuando tienes los sentimientos a flor de piel y tus ojos te delatan. Es ahí cuando se está enamorado. Cuando ya no eres dueño de tus manos, ni de tus suspiros, ni de tu tiempo, ni de tus sueños porque ahora son compartidos con otra persona. Tus manos se hacen cuatro, tus suspiros un canto de felicidad, tu tiempo vuestro cuento y tus sueños su historia en tu mente. Estar enamorado es ofrecerle tu corazón en mano a otra persona sin garantía alguna. Esa pieza frágil de cristal la cual tanto apreciamos la regalamos sin ningún medio. Y ahí, cuando cada uno guarda el corazón del otro en su interior, ambos emprenden un camino juntos.

Pequeño amor infinito


A lo largo de la vida de cada persona, esta se topará con otra la cual le hará sentir millones de sensaciones, mezclándose unas con otras o acentuándose con el tiempo o parando en seco. No voy a denominarlo alma gemela, ni media naranja, ni cualquier otro nombre que se le pueda dar, solo voy a llamarlo casualidad. Porque si, todos nos hemos topado con una causalidad y si aún no ha pasado, pasará. Es una bonita casualidad cargada de una nebulosa radiante y con unas ganas desmesuradas de estallar. Es un encontronazo en el que ambos corazones colisionan entre sí hasta dejar una sensación de empalagoso sabor a caramelo, que al final acaba endulzándote cada día junto a esa persona. A raíz de ese hallazgo es cuando saltar al vacío se convierte en algo común, cuando la cordura es algo a lo que ya no podemos optar, cuando sientes una chispa en el pecho al notar su caricia en tu pelo y cuando el brillo en la cuenca de tus ojos al verle entrar en la habitación es algo que ya no puedes controlar. Hay veces que no nos damos cuenta de cómo sienta poder tenderle la mano a alguien y sentir que no la soltará nunca y que eso es algo demasiado valioso para dejarlo escapar. Todos hemos vivido esas experiencias de un extremo o de otro, al máximo o al mínimo, queriendo o sin querer. Pero al fin y al cabo, siempre son historias que marcan. Marcan tu vida, tu forma de ser y tu día a día. Por eso te doy las gracias, por haberme hecho la persona que soy hoy, por haberme hecho llorar y aprender de ello, por haberme hecho reír y poder apreciarlo, por haberme hecho enfadar y saber rectificar, por hacerme perder el control y enamorarme de esa sensación. Por eso te digo gracias, pequeño amor infinito.  

lunes, 18 de mayo de 2015

Amanecer dorado y cielo estrellado



Mientras a mí el sol me obsequia con un precioso amanecer dorado,
A ti, la luna te regala un cielo oscuro y estrellado.
Cuando la estrella que más brille cruce el cielo fugazmente, pide tu deseo más preciado,
El mío, se cumplirá cuando hayas regresado.
Un café caliente con mi canción favorita observando el mar.
Pero lo que más ansío es poder dejarme llevar,
Y dejar estas cadenas que llevo encima que me impiden andar.
Aún recuerdo la manera en la que me enseñaste a amar.

Solo decirte que volvería a caer rendida ante tus ojos una y otra vez si pudiera.

Nosotros



Es natural en nosotros amar lo que no podemos tener. Deseamos con todas nuestras fuerzas que llegue el verano porque el invierno es demasiado largo y no podemos tener verano durante todo el año, amamos el dormir porque no podemos hacerlo durante todo el día, nos encanta la nieve porque es algo poco común y que no podemos tener siempre, queremos un cuerpo de revista porque sabemos que no podemos conseguirlo, queremos un amor de cuento, repentino, que dure toda la vida porque sabemos que nunca pasará. Es algo innato en el ser humano sentir una extraña atracción por lo inalcanzable, como cuando quieres el vestido del escaparate por el que pasas todos los días pero que nunca te paras a comprarlo o como cuando te cruzas con un conocido y piensas en cómo te habría gustado parar a hablarle, pero no lo hiciste. Son esas cosas las que nos hacen vulnerables. Es evidente que si seguimos con esta filosofía de vida en la que “amamos lo que no podemos tener”, acabaremos dañados. Todo sería mucho más fácil si dejáramos de tener miedo a lo nuevo y desconocido, si no temiéramos a ese intercambio de miradas con un desconocido que hay veces que te impactan para el resto del día, si no nos auto engañáramos de que una persona no puede enamorarse por la calle porque tú y yo sabemos que te ha pasado pero el problema es que nunca nadie da el paso y una vez más, es por miedo. El rechazo es uno de los grandes temores de la gente hoy en día y que va de la mano con el miedo al fracaso. Pero que importa si fallas, al menos podrás decir que lo has intentado, en vez de poder decir que te quedaste con la espinita de que hubiera pasado si… Estoy bastante cansada de gente que se guarda cosas, que actúa de una manera específica debido a la gente que está alrededor o que haya gente que te exija llevar un modelo de vida como el suyo porque es lo que es corriente. A mí me importa lo que yo misma piense y diré lo que piense en el momento te guste o no. A lo largo de la vida he aprendido que ocultar cosas ya sea pensamientos, ideales, complejos o filosofías es algo que no beneficia a nadie, simplemente es algo que poco a poco se propaga por tu mente y acaba destruyéndote.

lunes, 11 de mayo de 2015

Your tide fading away



Tell me why, don´t be shy no matter what happens I´ll be by your side,
Just want to hold your hand one more time, near the tide.
When you have that feeling where there is nothing you can´t deny,
Although, then you feel the emptiness of the night.

That time is when the waves shade away.
Dreaming about you waiting for me by the bay,
Or rescuing me from this world, one day.
Sadly, there is no space for me in your heart to stay.

Feeling the bright touch of the moon, just like you used to,
Just forgot how much I loved the sky being blue.
Those words which I kept listening they already flew,
In the end all those words finally resemble untrue. 

Digamos que



Digamos que con tu ausencia se evaporan mis poemas,
Digamos que con un solo minuto se esfuman los demás,
Digamos que desde aquel barco, empezaron mis problemas,
Digamos que ahora que se acerca el día, tambaleas.
Digamos que te memorizo y estudio para que el tiempo no me robe tu recuerdo,
Digamos que el cielo ya se tornó negro,
Digamos que me ahoga, asfixia y destroza lo que llevo dentro,
Digamos que apenas ya queda alguien cuerdo.
Digamos que mis manos hacen arte con mi inspiración,
Digamos que amo el recuerdo en mi mente, pero en verdad eres una decepción,
Digamos que el ladrón siempre piensa que todos son de su misma condición,
Digamos que solo con mirarte a los ojos, me dejas sin opción,
Digamos que es triste que me importe tu opinión.
Digamos que poesía era la canción que susurraban mis labios a los tuyos al besarnos,
Digamos que hacíamos que el tiempo se detuviera con solo mirarnos,
Digamos que el mar no impide que dejemos de desearnos,
Digamos que sin ti, el calor de un abrazo se hace gélido y las caricias se hacen años.

domingo, 26 de abril de 2015

Un mismo camino





Hay veces que la vida se convierte en un círculo vicioso, una espiral infinita, una serpiente que se muerde la cola y se envenena una y otra vez. Esos errores que cometemos que se convierten en rutina porque no nos paramos a pensar en que puede que haya otra manera de ver las cosas. Puede que aquella puerta que creímos ver cerrada, en realidad siempre estuvo entre abierta. Esas pequeñas cosas de la vida que te hacen sonreír sin ningún motivo aparente son a las que deberíamos aferrarnos. Sin embargo, huimos, corremos, desaparecemos, escapamos y sobre todo abandonamos. Esquivamos todo aquello que nos hace feliz por miedo a que un día se desvanezca. Vivimos afianzados de un miedo irrazonable del cual somos perseguidos a cada minuto que pasa y cada momento feliz que presenciamos. Caminamos en un cuerpo fusiforme luchando contra si mismo en busca de la felicidad, pero al mismo tiempo erradicándola. Somos dignos de nuestro instinto animal dado que por mucho que nuestro ego nos diga que somos la especie más inteligente, utilizamos estos recursos para así hacernos la vida más fácil. La sencillez es monotonía hoy en día. Simplemente, avanzamos creando y destruyendo a cada paso. Nuestro instinto animal ,a pesar de estar reprimido, lo utilizamos más que aquella inteligencia divina de la que el ser humano alardea. Vagamos por este mundo creyéndonos superiores, pero al mismo tiempo no hacemos nada para corroborarlo. La felicidad y el amor son cosas que con el tiempo se han ido desgastando en nuestra sociedad. Aquella persona que ama con locura sin pensar en lo que pueda ocurrir, es marginada por no pertenecer a este grupo de gente con corazones fríos y mentes vacías. Aquella persona que es feliz con poco o sin ningún motivo, es rechazada hasta que se convierta en una persona amargada y pesimista para así poder encajar. Respiramos y pasamos el tiempo viviendo sin pasarnos a pensar en que es lo que conlleva “vivir”. Vivir no es solo caminar hasta el final. Vivir significa un mundo para cada persona. No estoy escribiendo para decirte cómo has de vivir la vida, ni cuál es la mejor manera para hacerlo. Sin embargo, lo que si se es que siempre se puede mejorar. Nos centramos en cosas insignificantes que pensamos que tendrán un impacto desmesurado en nuestra vida. Falso. El propósito de la vida es simplemente sobrevivir y dejarse llevar por el tiempo. Falso. Solo decir que lo más importante es que hagas de tu vida un viaje inolvidable, crea un cambio, comienza algo para luego no terminarlo, escapa de la rutina siempre que puedas, simplemente vive.

martes, 14 de abril de 2015

Comos impredecibles



Como esa cicatriz en mi rodilla izquierda que nunca viste,
Como el triangulo que dibujan mis lunares que nunca formaste,
Como cuando mi sonrisa se torcía hacia el oeste al verte sin que tú te dieras cuenta,
Como cuando el lápiz se desliza más lentamente cuando te escribo.
Como lo difícil que se me hace conciliar el sueño, después de haber dormido a tu lado,
Como lo largos que se hacen los minutos mientras pienso en la caída de los días,
Como la estremecedora indiferencia que asesina mi esperanza,
Como cuando me hundo en las sabanas queriendo destaparlas y aparecer en otro lugar.  
Como esa tinta negra que adornaba tu hombro que ya no puedo apreciar,
Como esos remolinos mañaneros formados en el oleaje de tu pelo que tanto echo de menos,
Como esa cuesta abajo desde tu cuello hasta tu cadera que tanto adoraba,
Como ese acento que pensé adiar, al final me logro enamorar. 

lunes, 13 de abril de 2015

El mar, las estrellas y la luna



Noto que aquel recuerdo se me escapa entre los dedos.
Ese recuerdo que producía una sonrisa que hacía sombra hasta la más brillante de las estrellas.
Esos lunares en tu espalda con los que soñaba.
Y sentirme embaucada por las comisuras de tu boca
Fueron pocos días pero los minutos se hacían más preciados a tu lado.
Ahora el frío al este de mi cama me asusta.
Sigo sintiendo tu susurro de buenos días en mi oído al despertarme
Culpo al mar por separarnos,
Pido ayuda a las estrellas,
Y consuelo a la luna.