lunes, 26 de octubre de 2015

Una Balada


Por cierto,
se me olvidó decirte
lo mucho que me encantas
con esa mirada tuya
y cuanto me faltas.

Recuerdas,
cuando soñamos juntos
ya nada importaba
y entonces
mis labios se encontraron
con lo que buscaban.

Despierta,
debí darme cuenta
de lo peligroso que sería 
encariñarme de tus brazos
pero ya es tarde.

Basta,
ahora tan solo quiero
mil noches a tu lado
y que me des tu mano
para que huyamos juntos.

Detente,
hablemos de lo nuestro
que no te quepa duda
me tienes enganchada
y no le puedo hacer nada.

Te quiero,
no sé cómo decirte,
las ganas que le pongo
al papel al escribirte.

Una balada,
de amor o de tristeza
el ritmo y la tinta 
dirán lo que mi boca
no pudo pronunciar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario