Es
natural en nosotros amar lo que no podemos tener. Deseamos con todas nuestras
fuerzas que llegue el verano porque el invierno es demasiado largo y no podemos
tener verano durante todo el año, amamos el dormir porque no podemos hacerlo
durante todo el día, nos encanta la nieve porque es algo poco común y que no
podemos tener siempre, queremos un cuerpo de revista porque sabemos que no
podemos conseguirlo, queremos un amor de cuento, repentino, que dure toda la
vida porque sabemos que nunca pasará. Es algo innato en el ser humano sentir
una extraña atracción por lo inalcanzable, como cuando quieres el vestido del
escaparate por el que pasas todos los días pero que nunca te paras a comprarlo
o como cuando te cruzas con un conocido y piensas en cómo te habría gustado
parar a hablarle, pero no lo hiciste. Son esas cosas las que nos hacen
vulnerables. Es evidente que si seguimos con esta filosofía de vida en la que
“amamos lo que no podemos tener”, acabaremos dañados. Todo sería mucho más
fácil si dejáramos de tener miedo a lo nuevo y desconocido, si no temiéramos a
ese intercambio de miradas con un desconocido que hay veces que te impactan
para el resto del día, si no nos auto engañáramos de que una persona no puede
enamorarse por la calle porque tú y yo sabemos que te ha pasado pero el
problema es que nunca nadie da el paso y una vez más, es por miedo. El rechazo
es uno de los grandes temores de la gente hoy en día y que va de la mano con el
miedo al fracaso. Pero que importa si fallas, al menos podrás decir que lo has
intentado, en vez de poder decir que te quedaste con la espinita de que hubiera
pasado si… Estoy bastante cansada de gente que se guarda cosas, que actúa de
una manera específica debido a la gente que está alrededor o que haya gente que te exija llevar un modelo de vida como el suyo porque es lo que es corriente. A
mí me importa lo que yo misma piense y diré lo que piense en el momento te
guste o no. A lo largo de la vida he aprendido que ocultar cosas ya sea
pensamientos, ideales, complejos o filosofías es algo que no beneficia a nadie,
simplemente es algo que poco a poco se propaga por tu mente y acaba
destruyéndote.
No hay comentarios:
Publicar un comentario