Inmarcesible comienza nuestro amor,
Mientras es separado por un mar de indiferencias.
Puede que nuestra limerencia perdure, aunque sea solo la mía.
Miro al cielo en busca de una respuesta y solo recibo el eco
del viento,
Ese mismo viento que ayudó a tu mano acercarse a la mía,
Ese mismo calor que incitó que la ropa sobrara,
Ese mismo amor que soñaba con que perdurara.
Al menos sigo teniendo la misma esperanza,
Aunque sean otros ojos en
los que te ves reflejado.
Aquel día esperado y ansiado se acerca,
Sin embargo, ya no sé como tomármelo.
Pienso en no recordarte, mas esa misma acción es la que me
combate.
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